SUSURRO A LA HORA DEL MATE


Es prácticamente posible que exista un momento imperfecto para no tomar mate.
A mí, por ejemplo, me resulta intimidatorio, a veces violento casi de mal gusto, que me pregunten ¿Dulce o amargo?






Se sabe amargo por herencia.
Se interviene artificialmente con caña de azúcar o derivados farmacéuticos.
Además se le puede añadir transfusiones de leche, jugos y cubitos congelados.

Mi abuela sin saber lo que significaba la palabra cuztomizar cortaba la cáscara de las naranjas en espiral y las dejaba secar al sol. Unos días después, cuando estaba a punto de hervir el agua, si la arterioesclerosis se lo permitía, se acordaba de echarle los restos del cítrico seco antes de comenzar a cebar la primera de las rondas.

En la tienda de la esquina de mi casa en Valencia, España, puedo comprar yerba mate con sabor a algo parecido a tornillo pero en el envase dice que es “SABOR A NARANJA”.
Por suerte ya no miro TV.

Amargo.

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